Archivo por meses: octubre 2014

Graci@s

Texto del Anuncio de Coca-Cola Estás aquí para ser feliz.:

“Esta historia es real. En estos tiempos difíciles, reunimos al hombre más viejo con el bebé más joven.

Madrid. Aitana Martínez a tres horas de nacer. Mallorca. Josep Mascaró 102 años.

“Hola Aitana, me llamo Josep Mascaró y tengo 102 años. Soy un suertudo. Suerte por haber nacido, como tú. Por poder abrazar a mi mujer. Por haber conocido a mis amigos. Por haberme despedido de ellos. Por seguir aquí.

Te preguntarás cuál es la razón de venir a concerte hoy, es que muchos te dirán que a quién se le ocurre llegar en los tiempos que corren, que hay crisis que no se puede… Ja! esto te hará fuerte. Yo viví momentos peores que este, pero al final, de lo único que te vas a acordar es de las cosas buenas.

No te entretengas en tonterias que las hay, y vete a buscar lo que te haga feliz que el tiempo corre muy deprisa. He vivido 102 años y te aseguro que lo único que no te va a gustar de la vida es que te va a parecer demasiado corta. Estás aquí para ser feliz”.

En los momentos difíciles, céntrate en lo realmente importante:lo que vale en la vida es el amor y los buenos momentos.
En momentos de dificultad, no hay que entretenerse en tonterías. Recuerda los momentos buenos, aférrate a la vida.
Todos los buenos momentos que hemos vivido, porque han sido tantísimas las cosas buenas que permanecerán en nuestro corazón, todos los que hemos tenido la suerte de conocer a gente «verdadera» no podremos olvidarles… NUNCA, siempre estarán con nosotros, vivirán en nosotros. GRACIAS.

Si nos centramos en nuestra vida personal, todos tenemos la suerte de haber conocido personas maravillosas que han dejado algo en nosotros, y eso nadie nos lo podrá quitar.
Si nos centramos en nuetra vida profesional, todas las experiencias, por difíciles que sean, terminan teniendo una parte positiva, y nos ayudan a evolucionar.

Agradezco a todos aquellos que he conocido, todo, pues ahora, yo soy el reflejo de todo ese cúmulo de circunstancias y personas. He tenido la suerte de conocer a personas que merecen y han merecido la pena. Gracias!!

Derrumb@r empres@s

Un buen profesional tiene que asegurarse de que todos sus colaboradores entienden sus prioridades.
Las empresas fallan cuando los colaboradores tienen que adivinar qué es el objetivo de su superior, de su gestor. Así, un buen gestor profesional tiene que definir abiertamente sus objetivos, de una forma clara y directa, y tiene que preguntar a sus colaboradores qué pueden aportar ellos para conseguir esos objetivos. Un buen profesional también tiene que escuchar y conocer las prioridades de sus colaboradores.
Después de una comunicación multilateral donde todos son un equipo y pueden establecer sus puntos de vista y conocimiento con total tranquilidad y transparencia, entonces llegar al compromiso y convencimiento de que todos trabajan mucho y bien porque quieren llegar al mismo resultado y objetivo.
Trabajar duro por la consecución de un objetivo es esencial y fundamental para conseguir la motivación por la realización del trabajo bien hecho. Fundamental para avanzar y conseguir el éxito sostenido a medio y largo plazo. O actuan así las empresas o van a su destrucción, a su derrumbe en el mercado.

Efic@ci@ responsable

Una organización tiene siempre que buscar ser util para la sociedad. Tiene que aportar valor con su actividad y querer siempre ser mejor.
Una organización tiene que pensar en la mejora continua, debe tener hoy a los hombres y mujeres que la gestionarán mañana. Los gestores tienen que preparar a sus sucesores para unos éxitos todavía mayores. Un buen profesional no tiene miedo a que le superen, al revés, contribuye con su saber a que los demás consigan mejorar. Quieren la excelencia, la perfección, y ésto solo se consigue con gran exigencia y una mejora continua.
El compromiso con la organización es un compromiso con la eficacia responsable.
Una profesional eficaz de forma responsable sabe comprometerse y sabe decir no ante una situación que ya no le ilusiona, que no le hace dar la mejor versión de sí mismo.
Otra cosa que se deja siempre a un lado es que un verdadero profesional tiene que tomar la responsabilidad de hacerse entender. Tienen que transmitir sus planes de acción. Identifican la información que se necesita e insisten que que todos las personas involucradas en esa actividad tengan y puedan aportar toda la información y el conocimiento necesario para llegar a alcanzar el objetivo que implica el plan de acción.
A veces, se considera que un trabajador no es adecuado para una actividad, y en realidad es que no se le ha hecho partícipe de toda la información para poder comprender el plan de acción y el objetivo a conseguir. Un buen profesional tiene que asumir su responsabilidad ante esa falta de transparencia y de comunicación, porque a medio y largo plazo lleva al fracaso.

Generosid@d: Colabor@ción

Un buen profesional siempre quiere llegar a la excelencia, a la eficacia, y busca que su trabajo contribuya de forma significativa en el rendimiento y resultados de la organización. Además, está muy preocupado por la mejora continua y busca el desarrollo personal constante para que su aportación se prolongue y consolide en el futuro. Todo esto, no se consigue con una actividad aislada buscando destacar sin valorar al grupo del que es parte. Un buen profesional es tremendamente generoso, siempre, intentando ayudar y colaborar para que el trabajo de los demás sea el adecuado para aportar valor al mercado.

La colaboración implica buscar el objetivo de la organización. Debe ser tremendamente exigente consigo mismo. Para ser exigente con los demás, uno tiene que ser experto, tener muy claro qué quiere y cómo lo quiere, y aceptar sólo la perfección. Si se exige mucho, crecerá y estará plenamente satisfecho por el trabajo bien hecho que redunda en un buen rendimiento y resultado.

Un buen profesional es tremendamente humilde y está abierto a cualquier cambio. Acepta y afronta todas las oportunidades que se le presentan. Un buen profesional no se siente atacado ante alguien que es mejor que él ni está preocupado por compartir todo su saber para conseguir un mejor resultado; al contrario, quiere y aprovecha cualquier oportunidad para aprender y colaborar con los mejores. Su objetivo es la mejora continua, el crecimiento profesional constante. En un entorno cambiante, todos aprendemos de todos. Un buen profesonal colabora y acepta toda colaboración que le imprima valor. Siempre aprende, cualquier experiencia es buena, incluso el fracaso te da una gran enseñanza para el desarrollo profesional e incluso personal.

En el mundo empresarial, la competición hace que se desprecie y se subestime el valor de la colaboración. Una buena colaboración ayuda a conseguir los mejores resultados con un esfuerzo menor y con distintas perspectivas ante cualquier reto. La colaboración es esencial para la mejora continua y la adaptación rápida ante las distintas realidades que presenta el mercado.

Gestion@ la eficienci@

Cualquier actividad necesita su tiempo y la gestión del tiempo es fundamental para llegar a ser eficiente. Se necesita mucha práctica y un esfuerzo constante.
El conocimiento se tiene que traducir en acción y para que sea eficaz tiene que haber una planificación: Una declaración de intenciones que debe revisarse constantemente para adaptarse a cada realidad que va surgiendo. Tiene que ser un plan flexible que con una buena gestión del tiempo consigue aprovechar las nuevas oportunidades que aparecen con cada éxito, y con cada fracaso.

Una equivocación que tenemos todos es sobrevalorar nuestras capacidades y subestimar la capacidad de nuestro grupo, de las personas que colaboran y trabajan con nosotros. Todos tenemos capacidades que podemos explotar y que tenemos que aprender a explotar. Un verdadero profesional nunca intenta ser un experto en un tema que no domina, lo que hace es ser humilde y rodearse de los mejores. Un verdadero profesonal debe trabajar sus puntos fuertes y delega, busca personas honestas que realizan todas las tareas necesarias para llegar a la excelencia, a la eficiencia. Delega todo lo que sabe que otra persona de su confianza va a hacer mejor que él, y no se siente intimidado por que otro sea mejor sino que se siente orgullo por poder contar con su apoyo, consiguiendo un buen trabajo y el objetivo del deber cumplido.

Person@lid@d

Un gestor o administrador eficaz nunca intenta ser otra persona. Un gestor eficaz tiene su propia manera de hacer las cosas, su propio estilo para organizarse.
Todos los profesionales eficaces son distintos en todo, en su personalidad, en sus puntos fuertes y débiles, en los valores, en todo lo que nos hace diferentes como personas. Sólo hay algo que tienen en común y es lo que les diferencia: Buscan la excelencia, la perfección y eso, a corto plazo puede lograrse con artificios, pero a medio y largo plazo sólo hay una manera: Saber organizarse y trabajar bien.
Un éxito en el tiempo y sostenible se consigue paso a paso, es un recorrido de largo plazo, pero merece la pena: El profesional tiene que ser honesto y eficaz. La honestidad está o no está en el caracter y valores de cada persona, pero la eficacia es una disciplina que se puede y debe aprender a base de la repetición y asunción de una forma de trabajar, trabajar bien.
Un profesional eficaz tiene su personalidad y siempre busca hacer bien su trabajo, no asume nunca las tereas ni los proyectos en los que no cree o no acometer por no ser bueno en su desempeño. Un profesinal eficaz tiene que saber decir NO y ajusta sus competencias personales, perfeccionandolas incluso, rodeandose de los mejores para satisfacer las necesidades objetivas de la empresa. Como resultado, consigue trabajar incluso mejor, mucho y muy deprisa.
Un buen gestor o administrador es honesto, totalmente digno de confianza: Sabe exactamente qué puede hacer, y es humilde mejorando su capacidad con la ayuda de expertos a su lado.
Una de las tendencias más perniciosas en la actualidad, principalmente en la composición de los órganos de toma de decisiones en las empresas es la de incluir a personas en apariencia deslumbrantes y con posiciones de poder en la sociedad y dejar de lado a los verdaderos expertos, profesionales capaces de llevar a cabo un proyecto empresarial sostenible con éxito en el medio y largo plazo.

Autorid@d de lo mejor

Las decisiones: Tan importantes y con una gran transcendencia para el buen funcionamiento de cualquier organización. A veces, hay que tomar decisiones que parecen no tener una base, pero con las que se consiguen y provocan reacciones para conseguir soluciones.
Se toman decisiones en todos los niveles de una empresa. En una organización donde al conocimiento se le da valor, las decisiones de un nivel que se considera en la parte baja de la escala son muy importantes.
En la gestión del conocimiento se asume que los profesionales con alto nivel de conocimiento son los que más saben en su especialidad, por lo que sus decisiones influyen en toda la organización.
El problema es la realidad en la que se realiza la gestión empresarial. El gestor o administrador empresarial tiene que estar continuamente en acción forzado por el dinamismo del entorno empresarial. El gestor o administrador sabe que tiene que tener el equipo de los mejores, pues la eficiencia sólo se consigue con un buen trabajo y es clave que los demás hagan su trabajo y lo hagan bien. El gestor o administrador es consciente de que forma parte de un equipo, de una empresa, y que sus acciones y las de los demás tienen que estar conectadas y coordinadas.

Activ@ la eficaci@

El objetivo es que se tomen decisiones correctas y se lleven a cabo: Decisión y acción para conseguir Eficacia.
Hoy es vital el autodesarrollo en la gestión empresarial: Estudiar, analizar la situación y tomar la decisión de «qué hacer» y «cómo hacerlo». Una gestión empresarial tiene que basarse en qué es bueno para el negocio, para la empresa y no para el individuo. El gestor empresarial tiene que aprender cual es su lugar y que trabajando por y para el objetivo común conseguirá mejorar también como individuo, como profesional.

Un verdadero gestor, es un profesional que sabe organizarse y trabajar bien. Esa es su meta y con ello consigue que se cumplan todos los objetivos de mejora continua de posicionamiento en el mercado de su servicio, producto, marca, empresa.

La eficacia se consigue con una buena gestión del tiempo acompañada del esfuerzo centrado en las tareas más importantes. Su cometido es una gestión basada en organizarse y trabajar bien.
La valentía y el saber hacer tiene que demostrarse en el establecimiento de prioridades y concentrar el esfuerzo en la previsión de todo los cambios en el entorno para acometer una mejora continua que satisfaga a los clientes.

La empresa es un grupo de persona que pueden aportar mucho valor en el mercado. El gestor tiene que ser capaz de explorar y aprovechar los puntos fuertes tanto suyos como de sus colaboradores consiguendo involucrar al grupo en su proyecto empresarial mediante la motivación con el desarrollo del talento de todos y cada uno.
La toma de decisiones empresariales tiene que considerar los puntos fuertes del grupo y apostar por lo que cada uno puede aportar y puede hacer para crear valor y conseguir una mejora continua.
La eficacia es una habilidad o cualidad que puede ser aprendida a base de la repetición e interiorización del trabajo bien hecho mediante una buena organización. Lo único que no se puede aprender es el caracter.
El gestor, la persona que va a determinar qué hacer por el bien común tiene que ser íntegro. La integridad no se puede aprender, se es o no se es honrado. Esta cualidad ha sido olvidada durante mucho tiempo y ahora empieza a exigirse para poder llevar a cabo grandes proyectos empresariales. Una persona íntegra siempre acometerá un buen trabajo pues no sabe actúar de otra forma. Será humilde para involucrarse en aquello que sabe que va a desarrollar correctamente y decir no a aquello que no le ilusione o no considere apropiado o correcto. En virtud de sus conocimientos es responsable de contribuir a un mayor rendimiento y mejores resultados.

Un verdadero gestor, un verdadero profesional es eficaz porque nunca se pregunta «¿qué quiero hacer?» sino «¿qué debe hacerse?» y luego acomete todas las tareas importante que sabe que puede desarrollar bien. El resto de tareas, buscando la satisfacción de todas las necesidades, las delega en los mejores, en quienes son más capaces que él para llegar a la excelencia. Un verdadero experto, profesional busca la excelencia, la perfección, el trabajo bien hecho y nunca le asusta que otros sean mejor que él, al revés, se rodea de profesionales capaces que contribuyan a crear valor con una adaptación continua a un entorno cambiante mediante la mejora y el aprendizaje constante.

Aparienci@

Se le da mucha importancia a la Imagen, la Apariencia.
En la Edad Media, cuando había una guerra o un evento importante, siempre lo dirigía, presidía o encabezaba la persona con más autoridad. En aquel tiempo la persona con más autoridad era el más capacitado (el más poderoso, el más sabio, el más valiente,…). Antes tomaban la responsabilidad los mejores.

Ahora se ha implantado la apariencia: Característica o conjunto de características que parece poseer una persona o cosa pero que en realidad no tiene. En el mundo de la empresa, se caracteriza una persona válida con el rol de la agresividad, del vestir bien,… pero ¿donde queda el conocimiento, la buena gestión, la analítica, el estudio,…? Hemos estado mucho tiempo gestionados por personas no capaces pero que lo parecían, otra vez, la apariencia. Pero otra era se está afianzando. La era de la profesionalidad, de la buena y verdadera gestión. La era de los expertos que aportan valor con la capacidad de adaptación al entorno cambiante mediante la mejora continua.

Super@te!! J@rdinero y j@rdín.

El esfuerzo es la virtud suprema en este momento de cambio constante. No hay virtud sin trabajo.

La mejora continua tiene que ser nuestra filosofía de vida: Pulir mejora lo malo y perfecciona lo bueno. Cada día hay que superarse un poco. Paso a paso se acumula sabiduría pero sin esfuerzo, la mejor persona no desarrolla la mitad de las virtudes. Es necesario, el esfuerzo, la superación para llegar a la perfección.

Aristóteles utilizó la palabra «techné» para referirse al arte en el más amplio sentido. Los conocimientos que adquirimos en el día a día, tienen que ser refinados mediante la superación constante, una mejora continua que lleva a la perfección.

Considerando la metáfora de «el jardinero y el jardín»: Toda persona tiene que ser jardinero de sí mismo y al mismo tiempo es el jardín de las experiencias y lecciones que experimenta y recibe en su día a día. Esto lleva a ser jardinero de todo lo sembrado. Es obligado no quedarse sólo con lo recibido hay que mejorarlo. Con lo recibido tiene la obligación de desarrollar la mejor versión de sí mismo.
El esfuerzo tiene que llevar a ser cada vez más auténtico, sin artificios. Ésto aplicado a la empresa lleva a las siguientes puntualizaciones:
Toda empresa tiene que aprovechar toda su experiencia y mejorar continuamente. El respeto hacia sus clientes le lleva ofrecer lo mejor de sí como empresa, los mejores productos y servicios. La mejora continua lleva a una versión de la empresa que no tiene que ser vendida o proclamada, sino demostrada con las acciones empresariales, mediante un servicio auténtico.
La superación hacia la perfección tiene muchas vías de acceso, y se consigue paso a paso:
Lo auténtico no es siempre lo más bonito. Estamos en la era de la imagen y todo se vende. La apariencia ha conseguido llevar a las empresas a altos niveles en el corto plazo, pero si no se ofrece «verdad» (un servicio o producto bueno), es un éxito no sostenible.
Lo auténtico, la perfección es un proceso incierto y complejo con variaciones y errores: La empresa, la persona, tiene que ofrecer su mejor versión, y para ello como decía Séneca: «Reivindica tus derechos sobre tí mismo». Apuesta por la verdad, por tu empresa, recupera algo de lo que crees que lleva tu empresa de forma inherente. Potencia virtudes, fortalezas, autenticidad, verdad, superación continua, siendo al mismo tiempo jardinero y jardín.