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Mejora Contínua: Afronta los problemas

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¿Es posible mejorar continuamente? ¿Es posible la excelencia?

Un profesional tiene que buscar la excelencia y para eso es necesaria la mejora continua y ponerla en práctica.

Ser cada día mejor no es un propósito es una filosofía de vida. Quien tiene una actitud de mejora continua actúa de esa manera en todos los ámbitos.

La mejora continua requiere de una fuerte ética en el trabajo, lo cual lleva a cabo con iniciativa, motivación y resolución por el cambio y la mejora permanente para lograr los mayores niveles de excelencia.

La mejora continua requiere:

  1. Aprender de todo y de todos, y abandonar nuestra forma de pensar.

    2. Proponerse a hacer las cosas y llevarlas a cabo, sin buscar culpables, sino soluciones.

    3. Crítica constructiva, un cuestionamiento de todo con el propósito de mejora.

    4. Una solución es mejor que un proyecto. Actuar siempre para corregir los errores detectados.

    5. Los problemas se solucionan afrontándolos, y la colaboración es esencial, pues varias personas solucionan un problema mejor que un especialista, sólo.

Colaborativo: Competencia Clave

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¿Te has planteado si eres colaborativo?. Ser colaborativo es una de las competencias más demandadas ante la realidad que nos encontramos en el mercado.

Fijate en las hormigas, tan pequeñas, y sin embargo, tan bien organizadas, con objetivos claros y resolución de problemas de forma eficiente. Es asombroso como unen sus esfuerzos para conseguir un buen trabajo: Son eficientes a través de la colaboración.

  1. Su preocupación es conseguir un trabajo bien hecho. Están muy especializadas pero si resulta necesario pueden realizar algunas tareas adicionales. Siempre anteponen el bien común al bien individual.
  2. Tienen claros los objetivos a lograr. Saben siempre lo que quieren alcanzar.
  3. Son perseverantes, y ante cualquier contratiempo son prácticas y tienen habilidades para la resolución de problemas. Colaboran con valentía y defienden al grupo porque se identifican con él, están orgullosas de ser parten del grupo.
  4. Se comunican con fluidez y con libertad. El todo es la suma de todos, y todos aportan para conseguir un buen trabajo.
  5. Colaboran siempre y ante imprevistos actúan inmediatamente, gestionando bien el tiempo siempre orientado al logro de los resultados marcados.
  6. El grupo permanece unido para conseguir las metas. La organización del trabajo es clave en su productividad. El resultado del trabajo en equipo es superior a la suma de las aportaciones de cada individuo. Aprovechan las sinergias de los miembros y el resultado resulta muy enriquecedor. Trabajan en colaboración y quieren hacer el trabajo bien.

Soy una hormiga y tú?

El trabajo colaborativo no depende sólo de la voluntad de las personas, sino también de factores como la cultura. La cultura hace referencia a la “manera de hacer” y, en la mayoría de las empresas, no se fomentan valores como la confianza y la creatividad, que son clave para el trabajo colaborativo. Al contrario, los valores dominantes son el mando y el control.

Otro factor que facilita la cooperación es la estructura organizacional. No es factible aprender los nuevos códigos de trabajo a través de modelos de aprendizaje que no tengan en cuenta el «saber hacer».

En consecuencia, para generar equipos que trabajen colaborativamente hay que considerar:

  1. Asumir y ver la realidad

En la era industrial las empresas se estructuraron verticalmente, en base a la especialización y mando. Estas empresas no están pensadas para colaborar, sino para producir bienes y servicios con roles predeterminados. Sin embargo, la realidad de hoy pide organizaciones más flexibles y dinámicas, donde el conocimiento es la fuente de la innovación y la generación de riqueza. Por eso, la gestión es clave para el éxito de las organizaciones. Cooperar no es sólo tener buena sintonía, es necesario para crear valor.

La antigua manera de gestión no sirve para entender y actuar en el mundo actual más dinámico, incierto, frágil, interdependiente y complejo. Se requiere la inteligencia colectiva, que sólo es posible mediante la colaboración.

  1. Gestión del conocimiento

Uno de los problemas principales está en que el conocimiento sea compartido. Es un esfuerzo poner a disposición de los compañeros lo que ha aprendido en la tarea diaria.

  1. Entender la complejidad

El trabajo colaborativo genera la inteligencia colectiva, que nos permite comprender los sistemas en toda su complejidad. Esta comprensión exige un amplio conocimiento que ningún cerebro por sí solo puede almacenarlo. Todos necesitamos de todos. El nuevo paradigma está focalizado en la relación y las redes. Bateson proponía una nueva manera de pensar que sustituyera los objetos por las relaciones.

  1. Comprender los problemas

Hay que comprender el problema porque un problema mal conceptualizado es un problema mal resuelto. La colaboración tiene el sentido de compartir información y conocimiento para poder entender los desafíos a afrontar y actuar.

  1. No compartimentos estancos

Goleman (2009) “Las grandes organizaciones encarnan la inteligencia distribuida. En un hospital un técnico de laboratorio realiza ciertas tareas, una enfermera quirúrgica hace otras, un radiólogo otras: coordinar todas estas habilidades y conocimientos permite a los pacientes recibir una buena atención”.

Trabajar juntos de manera eficaz como un equipo combina habilidades como la empatía, la franqueza y la cooperación, para crear vínculos para obtener información de valor añadido.

  1. Mirar la naturaleza: descentralizar

En una colonia de hormigas, ninguna hormiga conoce el conjunto, ni conduce a las otras hormigas (sólo la reina pone huevos), pero cada hormiga sigue reglas para trabajar colaborativamente para conseguir las metas de la organización. La inteligencia del enjambre permite que un objetivo mucho más amplio se pueda alcanzar por el hecho de que un grupo de actores siguen unas reglas sencillas. Ninguno de los actores necesita dirigir los esfuerzos del otro para conseguir la meta general, ni tampoco se necesita un director centralizado.

El conocimiento brota mejor en entornos diversos. Las empresas que apuesten por la descentralización, diversidad y las redes de inteligencia distribuida, tendrá más capacidad para comprender los desafíos y reaccionar.

La inteligencia colectiva es, al fin y al cabo, una propiedad emergente de un sistema social. La idea es que el todo es más que la suma de las partes, la complejidad es descubrir ambigüedad donde antes sólo había simplismo. Lo primero es aprender a desaprender la manera cómo pensamos.

  1. Encontrar comunidades informales

La fuerza vital de una empresa radica en la capacidad de generar redes en el interior y con el entorno. Freire habla de la organización interfaz, es decir, de aquélla que se acopla y desacopla con rapidez y ductibilidad en torno a proyectos y objetivos.

Las redes se encarnan en las personas que se implican en una práctica común. Cuando se incorpora una nueva persona, la red puede reconfigurarse; cuando alguien se marcha, la red cambia e, incluso, puede llegar a romperse.

  1. Fomentar la creatividad

La creatividad se tiene que practicar mucho y equivocarse, pero no surge en cualquier sitio. En las empresas, la creatividad surge en las comunidades de práctica (CoP), que son un espacio de encuentro entre personas con intereses y objetivos comunes, que interactúan para la generación, intercambio y asimilación de experiencias en áreas específicas, con objetivos bien definidos. Las nuevas empresas deberían tener estos espacios creativos para pensar y (re)pensarse. El entorno para la creatividad tiene que fomentar el juicio crítico, el pensamiento divergente, disruptivo y relacional. Sin conocimiento no hay innovación, sin colaboración no hay creatividad.

En la gestión se requiere estructuras más planas, comunidades de práctica, externalización de procesos e interdisciplinariedad para tratar los problemas.

  1. Liderazgo

La fuerza vital de la empresa es la flexibilidad, el potencial creativo y la capacidad de aprendizaje, que están en el conjunto de los trabajadores. Movilizar a los colaboradores hacia un trabajo colaborativo será la clave y para ello, los gestores tienen que:

  1. Tener una visión global con significado. Todos necesitan oír que sus acciones tienen sentido y están orientadas a objetivos específicos.
  2. Valorar y facilitar la creatividad mediante la diversidad.
  3. Promover la flexibilidad, es decir, desaprender viejos hábitos y adquirir nuevos.
  4. Generar confianza. Seleccionar empleados proclives a compartir.
  5. Considerar la empresa como algo vivo, donde lo más importante es la persona, con autonomía, con aprendizaje natural, disposición al cambio. Los errores son necesarios para la evolución y mejora continua.

Los miembros de la empresa comparten identidad y valores colectivos.

  1. Ensayar y mejorar continuamente.
  2. Dar pequeños pasos para alcanzar el objetivo final.
  3. Comunicar más y mejor.

El trabajo colaborativo tiene que ir acompañado de transparencia, comunicación y credibilidad.

Comparte!! Conocimiento

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Una buena gestión del conocimiento es clave para el desarrollo y mejora en la empresa. Sin embargo, diversas causas hacen que muchas empresas no hayan introducido esta forma de entender la cultura colaborativa.

Hoy  las empresas buscan promover una cultura colaborativa como eje central de la gestión, para que los equipos de trabajo se autoorganicen y desarrollen relaciones menos jerárquicas y más distribuidas para la toma de decisiones en torno al conocimiento, logrando un trabajo más eficiente, efectivo y productivo.

La colaboración permite a las organizaciones unir fuerzas para lograr un propósito común. Su objetivo es permitir a los colaboradores crear, distribuir y compartir conocimiento. Sin embargo, todavía el temor a compartir nuestro conocimiento persiste; así como la idea de que el conocimiento te hace imprescindible y se pierde poder y control al transmitirlo a los demás.

Ante esta realidad, hace falta un cambio cultural, comenzando por la motivación para ello, con una comunicación abierta y fluida en la empresa.

Factores en contra son los departamentos estancos; la falta de confianza; las dificultades para conocer lo que los demás hacen o saben y, a veces, el recelo a poner nuestro conocimiento en manos de otros. Está demostrado, que en muchos casos es de vital importancia compartir conocimiento también con personal de fuera de la organización, en general, la I+D+i.

De la misma forma, cada vez más la eficacia y la mejor gestión se asocia con una mayor transparencia y facilidad para compartir el conocimiento. Las herramientas en la nube y colaborativas permiten acceder a la información desde cualquier parte del mundo y compartirla, son un ejemplo.

Trabajo Colaborativo es la Realidad Profesional

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Ventajas del trabajo colaborativo

¿Por qué decidirte por el trabajo en grupos colaborativo en la empresa?

  1. Por Eficiencia: Para evitar las duplicidades, delimita las tareas y asegura y facilita la comunicación.
  1. Educa en Valores de cooperación, solidaridad y generosidad y mejora el clima de trabajo.
  1. Intercambio de información constante y fluido.
  1. Mejora constante. Dos personas, o más, piensan mejor que una y proyecta el trabajo de la mejor manera posible.
  1. La inversión en la colaboración es tiempo ganado en el trabajo y evita redundancia en los proyectos.
  1. La Viabilidad de cada tarea y del proceso es evaluada, su revisión y replanteamiento viene sola para la mejora de todo el proceso.
  1. El sentimiento de pertenencia y unidad está garantizado. Promueve el cuidado del detalle y la responsabilidad compartida por un buen trabajo.

Constantemente evoluciona: Profesionalíz@te!!

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La realidad empresarial y profesional hace necesario una mayor rapidez de gestión. La dinámica moderna exige la profesionalización con voluntad de servicio para profundizar en las necesidades desarrollando una gestión integral rápida y eficaz, que incluye espíritu de superación y responsabilidad.

Cada persona, cliente, colaborador, profesional tiene unas necesidades únicas, especiales y personales por lo que es vital una atención integral personalizada para analizar cada caso concreto y asesorar y aconsejar la mejor acción a desarrollar e implantar.

Los profesionales tienen que ser multidisciplinares y empáticos pues necesitan entender perfectamente al empresario/cliente con sus circunstancias, peculiaridades y problemas, con identificación total con las múltiples situaciones y hacerlas como propias.

Ante toda la realidad, es imprescindible la superación profesional, la mejora constante.

En el ámbito de la gestión profesional es imprescindible ser un buen gestor y el más adecuado para las necesidades de sus colaboradores. Para ser realmente eficaz ha de ser lo suficientemente receptivo para percibir que tipo de actuación es la demandada por los colaboradores.

Además, tiene que saber convencer y persuadir para obtener una respuesta, una reacción de la otra parte. Para ello, identifica el mensaje que se quiere transmitir y su detalle para conseguir una mayor calidad en la información y la comunicación.
El ambiente laboral es uno de los puntos más complejo, pues es posible que uno no elija al resto de los integrantes del grupo. En cualquier otro ámbito, el individuo elige con quién estar y las condiciones en los que quiere estar.
En el mundo laboral además de relacionarte tienes que colaborar para conseguir determinados objetivos. El trabajo no es sólo unas habilidades técnicas sino que es un lugar de desarrollo interpersonal.

No puede haber improvisación. Nada ocurre por casualidad, por ello, antes de empezar cualquier gestión hay que tener definidos de forma adecuada los objetivos a alcanzar, una meta específica. El tener claro hacia dónde ir proporciona más posibilidades de llegar.

Un buen gestor tiene que presentar siempre una disposición, una voluntad firme y una capacidad suficiente para llegar a un acuerdo. Un buen negociador, en un momento dado, tiene que saber distanciarse de la negociación para verla desde una perspectiva en una tercera posición. Debe ver la negociación, no sólo desde su punto de vista o desde la perspectiva de la persona con la que negocia, sino desde un punto de vista ajeno, imparcial. Así se centran los objetivos.

El poder de la imaginación es grandioso y se comprueba en la aplicación a proyectos.
Todo, en general, es más fácil si hay planificación.
Otro aspecto que no puede dejarse a un lado es la formación, esencial en las empresas.
El entorno actual exige a las empresas, unos niveles de competitividad cada vez mayores que requiere la constante reinvención mediante el análisis de la cadena de valor. Para alcanzar nuestra meta, requiere nuevas estrategias y comportamientos, una adaptación continua pues utilizar métodos del pasado es hipotecar el futuro. En este contexto, la formación juega un papel fundamental, capaz de potenciar la eficacia y eficiencia de los participantes, pero la clave está en que tiene que ser buena formación, un proceso de mejora. La finalidad de la formación en la profesionalidad no es el conocimiento sino la acción. Una formación para el cambio, un viaje desde la situación actual hacia la situación deseada.

En definitiva, superarse profesionalmente es estar en cambio constante. La adaptación al mundo cambiante en el que nos desarrollamos, y lo más importante, es que debe ser permanente para aprovechar toda oportunidad para seguir creciendo.

Elección del mejor: mito o realidad

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Los consejos de administración funcionan mejor cuando incluyen a los mejores con diversidad de perspectivas y procedencias.

La diversidad en las empresas es la representación de la sociedad, y mientras esto no sea real, hay un problema.Por eso no es de extrañar que un número cada vez mayor de mujeres dejen la vida empresarial para crear sus propias empresas, para crear algo propio. En la mayoría de los casos se produce por alejarse de la política del “Techo de Cristal”. Afortunadamente el mundo del trabajo está cambiando y es ampliamente reconocido que las mujeres no sólo son buenas para hacer café (no es que haya nada malo en hacer café), sino que también pueden participar en la toma de decisiones.Pero el cambio hacia la igualdad está llevando tiempo. Es triste que aún los nombramientos y contrataciones no puedan hacerse simplemente por méritos. Todavía hay un largo camino por recorrer hasta que haya una igualdad de condiciones y los nombramientos se hagan únicamente sobre la base del mejor candidato para el puesto. Los que participan en el proceso de selección deben buscar lo que es justo y equitativo y hacer selecciones que representen lo que debería ser, buscar al mejor candidato para el puesto.